Confección Masiva Personalizada – Nuevo Reto Gerencial

Nuestras empresas han desarrollado procedimientos operativos estándar y maneras de actuar y decidir, propias de la época que generó su desarrollo. Las organizaciones han institucionalizado el paradigma de la “producción masiva”, sustentadas por un concepto gerencial basado en fabricar bienes o servicios estandarizados, para un mercado homogéneo y estático. Hoy las economías abiertas y las reglas del nuevo comercio internacional, exigen interaccionar con mercados heterogéneos y cambiantes. Hay que poder confeccionar masivamente para las diversas necesidades de los clientes o desaparecer.

Introducción.-
Después de 1776, con la publicación de “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith, se oficializa el inicio de la industrialización y por ende la sostenida desaparición del trabajo artesanal. La fábrica y el trabajo de producción en línea fue lo que empezó a prevalecer. Con el pasar de las décadas, este nuevo sistema de vida creo la organización industrial.

El concepto de “flujo” definió la “producción masiva”. Este principio, que contempla el movimiento automático del trabajo al operario, fue inicialmente utilizado en industrias de procesos continuos, tales como refinación de petróleo, destilerías, molinos y en la fabricación de cigarrillos.

Fue a principios del siglo veinte, que Henry Ford y sus famosos ingenieros de producción, entre ellos Charles Sorensen, pusieron el principio de flujo a pleno desarrollo en la línea de ensamble del modelo “T”. Esta innovación ha sido el sinónimo de “producción masiva”. Los preceptos bajo los que se opera en este sistema, es que los productos son estandarizados y los componentes de los mercados son homogéneos.

Producción Masiva como Paradigma Gerencial.-
El tremendo éxito de la producción masiva, se convirtió en lo que el historiador científico, Thomas Kuhn, ha denominado un paradigma, “un modelo aceptado que establece un marco conceptual de información y crea las reglas bajo las cuales sus seguidores perciben el mundo”. Los preceptos más importantes que han regido el pensamiento gerencial de la producción masiva, son los siguientes: (1) la empresa debe hacer utilidad para permanecer en el negocio. A mayor utilidad, más exitoso es el negocio. Vender la mayor cantidad de productos al menor costo genera más utilidad. (2) más productos pueden ser vendidos en grandes mercados homogéneos que en otros. (3) altos volúmenes de productos, reducen drásticamente los costos de manufactura a través de economías de escala, (4) la demanda es elástica, bajando los precios, los costos decrecen y se genera más volumen y mayor utilidad, (5) la eficiencia del proceso productivo debe ser mantenido en todos los momentos. Se requiere estabilidad, para que todo funcione sin contratiempos, sin demoras ni sorpresas.

La esencia del paradigma gerencial de la producción masiva, puede reducirse a la frase: “eficiencia mediante estabilidad y control”.

Cambio en el Paradigma de Producción Masiva.-
Desde mediados de los años noventa, se ha iniciado una transformación en los mercados a nivel continental. La realidad con la que se enfrentan nuestras empresas, es otra. Los cambios se están dando por algunas de las siguientes razones: (1) Existen limitaciones a la producción masiva por la inestabilidad de los insumos. La premisa de bajar los costos de producción y aumentar los mercados tiene muchas restricciones. (2) La homogeneidad de los mercados está amenazada por las necesidades cambiantes y nuevos deseos de los clientes del mundo globalizado. (3) El eje central de la producción masiva ha sido lo relacionado a “estabilidad de la demanda”. Todo el sistema está basado en demanda estable. Hoy en día esto ya no es cierto. La demanda está afectada por shocks tecnológicos.

Existen serios límites y amenazas para la producción masiva: inestabilidad de insumos, demografía cambiante, modificaciones en necesidades y deseos de los clientes, mercados saturados, ciclos económicos y shocks en los procesos y productos.

Es conveniente pensar en otro paradigma.

El Paradigma de la Confección Masiva.-
Las organizaciones que están inmiscuidas en el sistema de confección masiva, comparten el objetivo de desarrollar, producir, mercadear y entregar bienes y servicios a precios razonables, con una variada gama de confección, que prácticamente cada cliente encuentra lo que desea. Los pioneros de la confección masiva han descubierto una nueva lógica, la cual encaja con un mundo donde la estabilidad y el control ya no pueden ser mantenidos. Ahora la empresa que mejor puede satisfacer las necesidades y deseos de sus clientes, tendrá más ventas.

Algunos principios lógicos de este nuevo sistema: (1) La demanda por productos individuales se ha convertido en inestable. Lo que antiguamente era una gran demanda por productos estandarizados, se ha fragmentado en demandas por diferentes sabores de productos similares. (2) Al haberse fragmentado la demanda, el gran mercado homogéneo se ha convertido en un gran mercado heterogéneo. (3) La creación de altos niveles de variedad en producción, no pueden ser alcanzados a través de las técnicas de la producción masiva. La creación de variedad requiere flexibilidad en los procesos de manufactura, la antítesis de la producción masiva. (4) El sistema de producción debe ser transformado. Ahora estando la producción guiada por los mercados y los clientes, debe generar un gran número de diferentes productos, de alta calidad, a través de corridas cortas de producción,  y tiempos cortos de ciclo. Todo esto requiere una mano de obra muy calificada. (5) Los nuevos nichos en el mercado son cada día más pequeños y constantemente están cambiando. El éxito estará en la habilidad de poder producir gran variedad lo más rápido posible. Los tiempos de ciclo tendrán que ser reducidos dramáticamente. (6) Así como el tiempo de ciclo se reduce, también el ciclo de vida del producto. Las empresas estimuladas por la necesidad de los clientes, sus productos y tecnologías estarán en constante mejoramiento y siendo rápidamente reemplazadas.

Conclusión.-
Los clientes en mercados heterogéneos demandan productos confeccionados a sus requerimientos. Esto definitivamente a su vez genera en la empresa la necesidad de repensar sus sistemas para apoyar la confección masiva. En la confección masiva, los productos son  primero desarrollados y luego los procesos para su manufactura.

Es importante recalcar dos aspectos sumamente importantes de este nuevo paradigma gerencial. (1) Los beneficios de precios bajos basados en economías de escala y otros beneficios de la producción masiva, no serán superados. La ventaja competitiva está en poder mantener los precios bajos pero proveer la variedad demandada por los clientes. (2) Los nichos en los mercados cada día serán más pequeños, serán casi a nivel del individuo. A mayor variedad habrá también mayor confección a la medida.

En el siglo XXI, no habrá empresa que sobreviva con un sistema de producción masiva concebido en la época de Henry Ford. Hoy en día la globalización y los nuevos mercados creados con las nuevas reglas del comercio internacional, obligan a las empresas a tener sistemas de producción con la suficiente variedad y creatividad para poder confeccionar masivamente sus productos o servicios. Las gerencias de nuestras empresas tienen que estar viendo el mundo desde la óptica de la confección masiva.